20/7/09

encuentro con la familia

Recién acaba de concluir el VI Encuentro Mundial de La Familia, celebrado del 13 al 18 de enero en Ciudad México. Leyendo los mensajes de S.S. Benedicto XVI con motivo de dicho encuentro, me he sentido movida a compartir los puntos que más me impactan y corroboran mi pensar con relación a la familia. En específico, les comento sobre el videomensaje de Benedicto XVI al evento testimonial del Encuentro de las Familias, celebrado el sábado en la noche, y el mensaje con motivo de la Eucaristía de clausura de dicho Encuentro.
Antes que nada vale la pena observar que el tema del Encuentro es justamente: ‘La familia, formadora en los valores humanos y cristianos‘, lo que obviamente nos deja de cara al carácter formativo de la familia, donde estamos llamados a educar en valores a sus miembros. Es responsabilidad de nosotros los padres esa formación en valores, no como muchas veces asumimos al delegar esa formación a la escuela. Es en el hogar, en la familia, donde estamos llamados a vivir y cultivar el respeto, la justicia, el amor, la lealtad, el servicio, la verdad, la colaboración, la solidaridad…
Me encantó una frase que reproduzco: “La familia cristiana, viviendo la confianza y la obediencia filial a Dios, la fidelidad y la acogida generosa de los hijos, el cuidado de los más débiles y la prontitud para perdonar, se convierte en Evangelio vivo, que todos pueden leer, en signo de credibilidad quizás más persuasivo y capaz de interpelar al mundo de hoy.”

Escuela de valores

La familia, escuela de valores
La familia, núcleo de la sociedad, es escuela de valores donde se educan, por contagio, todos los que la integran. Es en la familia donde se crean vínculos afectivos, donde se quiere a cada uno por lo que es, con cualidades y defectos. Nuestra familia es el espacio de la intimidad. Somos conocidos totalmente, no necesitamos de ningún ´´cur
La familia, escuela de valores
La familia, núcleo de la sociedad, es escuela de valores donde se educan, por contagio, todos los que la integran. Es en la familia donde se crean vínculos afectivos, donde se quiere a cada uno por lo que es, con cualidades y defectos. Nuestra familia es el espacio de la intimidad. Somos conocidos totalmente, no necesitamos de ningún ´´curriculum´´ para que nos aprecien. Esto influye para que sea el ámbito propicio, donde, gracias a la convivencia, se aprendan unos valores que perduran siempre. Todos los padres queremos que nuestros hijos sean felices. Los hijos lo serán en la medida que vean que sus padres lo son. La mejor referencia es la vida de los padres. Reflexionaremos sobre algunos puntos que son primordiales para la vida cotidiana.El primer gran valor que deberán aprender será saber amar porque, cuando hemos aprendido a amar, lo hemos aprendido todo. Amar conlleva muchos valores: olvido personal, generosidad, fortaleza, flexibilidad, comprensión, etc. Teresa de Calcuta nos recuerda que ´´amar es no parar´´. Podemos hacerle caso y repartir afecto a todos los de la familia. El afecto da seguridad y la seguridad da autoestima y, con autoestima, es mas fácil interiorizar los valores que los progenitores quieren transmitir.riculum´´ para que nos aprecien. Esto influye para que sea el ámbito propicio, donde, gracias a la convivencia, se aprendan unos valores que perduran siempre. Todos los padres queremos que nuestros hijos sean felices. Los hijos lo serán en la medida que vean que sus padres lo son. La mejor referencia es la vida de los padres. Reflexionaremos sobre algunos puntos que son primordiales para la vida cotidiana.

El primer gran valor que deberán aprender será saber amar porque, cuando hemos aprendido a amar, lo hemos aprendido todo. Amar conlleva muchos valores: olvido personal, generosidad, fortaleza, flexibilidad, comprensión, etc. Teresa de Calcuta nos recuerda que ´´amar es no parar´´. Podemos hacerle caso y repartir afecto a todos los de la familia. El afecto da seguridad y la seguridad da autoestima y, con autoestima, es mas fácil interiorizar los valores que los progenitores quieren transmitir.